Buda...Ninguna de sus enseñanzas se registró por escrito lo sabias?
pero de igual manera se transmitió durante siglos y siglos porque sus mensajes están llenos de sabiduría y porque no es necesario profesar esta forma de vida, sino que simplemente podemos reflexionar sobre lo que proponen sus enseñanzas.
Buda meditó durante 49 días y juró que no se iba mover del lugar en el que se encontraba hasta que no descubriera la verdad. Las ideas que surgieron de esta larga sesión de meditación son realmente profundas y cargadas de espiritualidad.
Conozcamos algunas de las frases de más destacadas de este filósofo profundo y sabio.
Nunca el odio podrá detener al odio. La enseñanza radica en que la bondad, la comprensión y la voluntad de reconciliación harán que se superen las diferencias.
2) No es lo que dices sino lo que haces lo que define quién eres.
Buda explicó esta definición con otras como “un perro no es considerado un buen perro sólo porque ladra bien”. Quiere decir que podemos expresar muchas cosas con las palabras y elaborar discursos llenos de buenas intenciones, pero lo que define realmente quiénes somos como persona, son nuestros actos y actitudes.
3) El secreto de una buena salud es vivir el presente a pleno.
Una enseñanza que hemos escuchado muchas veces sobre el vivir el presente y no detenernos en un pasado que ya no podemos cambiar o un futuro que aún es incierto. El secreto de la salud física y espiritual, consiste en disfrutar plenamente del presente y vivirlo con sinceridad.
4) Las palabras tienen el poder de herir o de sanar.
También se dice que “las palabras son como flechas”, porque una vez que fueron lanzadas, nada las puede detener. Lo dicho, dicho está.
Medir nuestras palabras es una forma de asegurarnos no lastimar de manera innecesaria. De igual manera, para muchos una palabra justa y generosa puede significar un cambio radical en sus vidas.
5) Nadie puede andar tu propio camino.
Buda quiere enseñarnos a recorrer nuestro propio camino sin la ayuda de nadie, porque nadie podrá hacerlo por nosotros. Debemos encontrar nuestra vía y seguir por donde nos lleve, enfrentando las adversidades y disfrutando de los logros.
¡Qué difícil resulta en estos tiempos generar empatía por el prójimo! Aprendamos de esta enseñanza que nos invita a ser amables con los jóvenes, compasivos con los ancianos, solidarios con quienes tienen dificultades y tolerantes con los débiles y los malos.
Pensemos que en algún momento, todos hemos sido un poco de todo eso y hemos sufrido al tener que atravesar distintas situaciones. Buda enseñaba que un corazón generoso, una palabra amable y una vida de servicio y de compasión, son las cosas que nos hacen creer en la humanidad.
7) No creas todo lo que te dicen que debes creer.
Esta enseñanza radica en el hecho de que no debemos creer en cualquier cosa simplemente porque la hemos escuchado y otros tantos la repiten. No creamos todo simplemente porque está escrito en los libros religiosos. No creamos en cualquier cosa sólo porque esta dicha por quienes tienen autoridad como profesores o ancianos. No creamos en todas las tradiciones sólo porque fueron seguidas por muchas generaciones.
Con observación y análisis, analiza cada una de estas cosas y si está de acuerdo con tus ideas sobre el bien de todos y cada uno de nosotros, entonces acéptala y vive para ello.
8) Nadie es más digno de tu amor, que tú mismo.
Podrás buscar alrededor del mundo alguien que sea digno de tu amor y que te profese todo el afecto que creas que necesitas, pero tú mereces tu propio amor y tu propio efecto aplicado a tu propia persona. ¡Quiérete!
9) Elige cuidadosamente a tus amigos.
Buda decía que un amigo que no es sincero es mucho más temible que una bestia salvaje. ¿No estás de acuerdo? Es probable que una bestia salvaje lastimé tu cuerpo, pero un amigo que te traiciona o que carece de sinceridad, lastimará tu alma y tu espíritu.
10) ¡Ama! ¡Vive! ¡Déjate llevar!
¿No es esto acaso lo más importante? La mejor reflexión de Buda, su mejor consejo, su enseñanza más profunda tiene que ver con el amor, la vida y el conducirse de manera tal que al mirar hacia atrás veamos aciertos y errores, pero con la convicción de haber hecho lo mejor que pudimos.
¿Ya te preguntaste cuánto viviste? ¿Ya te preguntaste cuánto amaste?
Estas frases nos llevan a reflexionar sobre nuestra propia existencia, algo que no muchos pueden hacer. Comparte con todos cuál de todas estas enseñanzas te llegó al corazón.